El Diario de la Mañana - 2 de Octubre - Flipbook - Página 17
salud
Una respuesta corporal frecuente:
¿Qué conocemos del Síncope Vasovagal?
Un mareo súbito, sudoración, visión borrosa y, en algunos casos, una pérdida breve de conocimiento son
manifestaciones propias del síncope vasovagal.
Por Inés María
Alfonso Rodriguez
S
e trata de una
situación común
que afecta a un
porcentaje significativo de la población en algún momento
de su vida. Lejos de ser
un evento grave, constituye una respuesta fisiológica del organismo,
aunque su desconocimiento puede generar
inquietud en quienes lo
experimentan,
pero
¿qué es en realidad?
El síncope vasovagal
es una pérdida transitoria de la conciencia resultante de una disminución temporal del flujo
sanguíneo al cerebro. Se
clasifica como un síncope neuromediado, es
decir, está originado por
una respuesta refleja del
sistema nervioso autónomo que regula funciones involuntarias como
la frecuencia cardíaca y
la presión arterial.
El mecanismo subyacente implica una activación excesiva del nervio
vago. Esta activación produce una vasodilatación
periférica (dilatación de
los vasos sanguíneos) y,
en algunos casos, bradicardia (disminución de
la frecuencia cardíaca).
La combinación de estos
efectos conduce a un descenso brusco de la presión arterial, reduciendo
momentáneamente el riego cerebral y provocando
el episodio.
estar asociados a desencadenantes concretos,
que pueden categorizarse en factores emocionales como estrés o
ansiedad, exposición a
entornos médicos, visualización de sangre
o procedimientos similares y dolor agudo.
También a factores físicos o ambientales, tales como mantenerse de
pie de forma prolongada e inmóvil, levantarse
de forma rápida desde
una posición sentada o
tumbada (hipotensión
ortostática), deshidratación o ambientes con
temperatura elevada,
esfuerzo físico intenso
o maniobras como la
tos enérgica o la defecación.
Se ha observado, además, una predisposición
familiar en muchos casos, lo que sugiere un
componente genético
en su manifestación.
¿Cuáles son sus síntomas?
Habitualmente,
el
síncope vasovagal no
ocurre de forma impre-
completa, es importante
considerar sus posibles
efectos, en este caso, lesiones por caída, pues
el principal riesgo asociado son los traumatismos derivados de la
pérdida de estabilidad,
especialmente relevante en personas mayores.
Otro efecto es el impacto en la calidad de vida
dada la recurrencia de
los episodios puede generar cautela en la realización de actividades
cotidianas. Incluso, un
diagnóstico diferencial,
pues en algunos casos,
debe distinguirse de
otras entidades como
arritmias cardíacas o
episodios neurológicos,
lo que requiere una evaluación médica apropiada.
vista. Suele ir precedido
de síntomas prodrómicos que alertan de su inminencia como palidez
cutánea y sudoración,
sensación de mareo o
aturdimiento, náuseas,
alteraciones visuales o
acústicas, y palpitaciones o sensación de latido
cardíaco enlentecido. El
reconocimiento de estos
signos permite, en muchas ocasiones, adoptar
medidas para prevenir
la pérdida completa de
la conciencia.
Aunque el episodio
en sí es transitorio y la
recuperación suele ser
Causas: Desencadenantes
identificables
Los episodios suelen
Diario La
Tratamiento y Manejo:
Enfoque Práctico
El manejo se centra
en la comprensión del
proceso y el reconocimiento de las situaciones que precipitan
los episodios. Las maniobras de contracción
muscular, tensionar activamente los músculos de piernas, glúteos
y brazos ayuda a elevar la presión arterial y
puede evitar el síncope.
Así como, mantener una
hidratación adecuada
y evitar la inmovilidad
prolongada del cuerpo.
Solo en casos seleccionados, con episodios
muy frecuentes o que
no responden a las medidas anteriores, se valora el uso de medicación o, de forma excepcional, dispositivos de
asistencia.
| Jueves 02.10.25 | 17